13/10/12

La cabra gallega

Cabrito

   Si nos remontamos a nuestros ancestros en Mesopotamia y Babilonia, las cabras o capras fueron uno de los primeros animales domesticados en el mundo de la ganadería. Se dice que estos mamíferos se remontan en Galicia a la época romana que fue la de mayor abundancia, aunque actualmente existen en el mundo cerca de 30 especies. Para hablar de su edad real tenemos que remontarnos al neolítico, IV milenio a.c.

   Con una edad máxima de 4 años antes de su sacrificio, desde los cuernos, la piel, la carne, el estiércol y la leche son aprovechables en este animal para nuestro consumo. A pesar de ello han sido sustituidas en su mayor parte por el ganado bovino.

   La longitud de la cabra gallega oscila entre los 60 a 80 cm y su precio a los 4 años ronda los 150 €, aunque son aprovechables hasta los 8, momento en que pierde importancia. Aunque sus zonas de localización son principalmente en la montaña, se encuentran en otras como pastos por la explotación en régimen extensivo. Los cuernos se orientan hacia atrás tal y como se muestra en la fotografía y el peso es de 40 a 70 kg.

   La leche de cabra, a pesar de tener un sabor más intenso y fuerte que la de vaca, proporciona una digestión más saludable, previene la desmineralización ósea aportando la vitamina D, ayuda en los daños al ADN y evita la anemia ferropénica asociada a la carencia de Hierro, en resumen, es mejor que la segunda.

   La carne es más duradera que la de vaca, menos grasa pero de menor poder calorífico y se seca antes. Los cabritos más jóvenes son más sabrosos que los cabrones adultos, así como el sexo también es importante para su degustación en asados o estofados.

   La piel es barata, un precio que ronda los 40 € por animal, ofrece una aportación importante en la moda de abrigos, chalecos, chaquetas, capas, pelucas...

   El estiercol de cabra está considerado mejor que los de oveja, caballo y vaca. Posee un alto valor de nutrientes, rico en nitrógeno, fuerte y puede ser superado por los de gallina o de conejo.

 Hasta otra...

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