14/3/15

LA ARQUITECTURA DE MÉXICO EN EL SIGLO XX

   Uno de los acontecimientos más importantes de la historia de México fue La Revolución Mexicana, que se inició en 1910 y dio fin a la a dictadura porfirista y uno de los resultados fue la búsqueda de los orígenes mexicanos, que se manifestó en el arte y la arquitectura del siglo XX. Surge una arquitectura reaccionaria, ya que se persigue un nacionalismo arraigado en formas del pasado, sea colonial o prehispánico y en la necesidad política de autoafirmación de intelectuales y artistas.

   Gracias al apoyo que Le Corbusier le brindó al grupo de artistas que comenzaron a reivindicar la renovación de los estilos historicistas, la arquitectura contemporánea se consolidó en Latinoamérica. A partir la II Guerra Mundial aparecieron en México tres arquitectos destacados que combinaron los principios del movimiento modernista con el carácter colonial y precolombino.

Casa Pedregal

   Juan O' Gorman fue un destacado arquitecto y pintor, influenciado por Le Corbusier en un principio, pero que posteriormente siguió las ideas de Frank Lloyd Wrigth y su arquitectura organicista, por las cuales fue uno de los introductores de la arquitectura funcionalista en México. Trabajó en grandes proyecto como el nuevo edificio del Banco de México, y construyó su propia casa Pedregal al sur de la ciudad de México. El resultado fue una construcción que raya en lo extravagante y lo fantástico, creando vínculos y fusiones. Como modelo para la casa eligió la cueva, lo cual recordaba a los orígenes de la arquitectura prehispánica. En el pabellón anexo realizó un ventanal utilizando un arco falso de aproximación de hilada, de clara influencia maya. En cuanto a la decoración, utilizó todo un repertorio de elementos ornamentales prehispánicos: jaguares, monos, mariposas, mascarones, dioses y guerreros. A todo ello se unía una espectacular policromía, evocando ese pasado mítico. O’ Gorman lleva los mosaicos que decoran el exterior de la casa hacia el interior, hay todo un horror-vacui. Todas las representaciones se llevan a cabo de una manera literal, es decir, estas no pasan por ningún filtro externo, como puede verse en el caso de la serpiente que remata la construcción. En 1969 O’ Gorman vendió la casa debido a sus problemas económicos y los nuevos dueños demolieron la casa en el mismo.

Mosaicos

Serpiente

   Pedro Ramírez Vázquez fue un arquitecto y urbanista mexicano y autor de proyectos que se convirtieron en iconos en México y otras partes del mundo. Entre sus obras destacan el Museo Nacional de Antropología, construido en 1963. Está situado en el bosque de Chapultepec, que consta de 70000 m2 y 30000 m2 para espacio de exposición. Está dividido en 23 salas, de las cuales 12 explican la historia prehispánica de México y las otras 11 están dedicadas a la etnografía del país y las culturas indígenas existentes hoy en día. Es un conjunto que está en la línea de Teotihuacán en cuanto a la simetría, la simplicidad de las formas, los materiales y el contacto con la naturaleza. Para que los visitantes pudieran utilizar el espacio exterior aun cuando lloviese, se cubrió el patio con un gran “paraguas” a modo de fuente y como elemento identificativo se encuentra una escultura de Tlaloc, dios de la lluvia. Este espacio al aire libre separa las distintas salas y lo cual hace posible que los visitantes entren a la sala que quieran sin interrumpir el resto de visitas. Al diseño se integraron motivos decorativos procedentes de las culturas indígenas mesoamericanas, como las celosías, que recuerdan a las formas del estilo Puuc que encontramos en Uxmal.

Museo Nacional de Antropología

Tlaloc

   Diego de Rivera diseñó el Museo Anahuacalli, la influencia de la arquitectura prehispánica se encuentra en la monumentalidad, la geometría simple de sus formas, los elementos en talud y los accesos en forma de falsos arcos. El interior del museo parece el de una pirámide o de un edificio de las antiguas ciudades de Chichen Itzá o Uxmal, con la techumbre a imitación de las bóvedas de aproximación de hilada y los mosaicos que las decoran. Diego de Ribera diseñó este edificio para poder albergar su amplia colección de arte prehispánico y, en un principio, como mausoleo para él y Frida Kahlo.

Museo Anahuacalli

Interior

   Manuel Amábilis Domínguez fue uno de los arquitectos más destacados dentro de este estilo. En 1909 ingresa en la Escuela Especial de Arquitectura de París y en sus obras manifiesta ese rescate de las formas prehispánicas, las cuales estudió, analizó con profundidad y les dio una interpretación propia.En 1926, gana el concurso que se convocó para el pabellón de México en la Exposición Iberoamericana de Sevilla. Concibió un edificio de planta octogonal, alrededor de un patio central cubierto. De sus lados, surgen cuatro naves rectangulares y cuatro cuerpos trapezoidales, uno de los cuales forma la portada del edificio. La fachada estaba formada por tres cuerpos, separados por ataduras mayas, y ornamentados a base de mascarones y junquillos. Flanquean la entrada dos columnas en forma de serpiente, al igual que en el Templo de los guerreros de Chichen Itzá. El edificio en su parte central culminaba en un remate en forma de templo, imitando los relieves de estilo Puuc de los edificios de Uxmal. Y en la parte superior también añado un chac-mool, a ambos lados del frontón.

Exposición Iberoamericana de Sevilla

chac-mool


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