Hace dos días que se ha inaugurado la exposición
Afluentes 68 en el
Centro Torrente Ballester de Ferrol. De forma itinerante recorrerá las siete ciudades gallegas siendo primicia en la ciudad departamental, a pesar de su parcial puesta en escena comprendida por otras dos bajo los números 80 y 94. En si comprende la colección de 45 años de artistas gallegos desde 1968 hasta finales de siglo bajo la dirección de la
Fundación Novacaixagalicia y el
ayuntamiento de Ferrol.
El arte contemporáneo queda lejos para finales de los sesenta y esto se plasma en obras de la exposición como
Crucifixión (1968) de
Tino Grandío o
La Cadera Eléctrica (1969) de
Xaime Quessada.
El arte gallego pasa de ser individual a colectivo que comprende la década de los setenta.
Amores Versáticos (1970) o
Letargo de
Acisclo Manzano,
Franco (1973),
Boda de aldea (1970) y
Marina (1976) de
Tino Grandío,
Queens of London (1974) o
Piscina B de
Carlos Alcolea,
El escultor (1970),
Mujer con la moral en la ventana observa un perro inquieto (1970) o
Tableau Noir (1976) de
Jorge Castillo,
El piano (1976-1978) de
Elena Gago,
En la mesa del estudio, ciudadano soñador (1973) de
Bea Rey,
Pop-Fiction (1973), Movimiento (1972) o Cientología (1974) de
Xaime Quessada,
Composición neofigurativa (1973), dos obras de la serie
Recorte del espacio de 1977 de
Ánxel Huete,
Ciudad del futuro (1973) o
Regreso de emigrantes de
Lodeiro,
Crónica desde Rembrandt,
Segunda consecuencia,
Crónica segunda o
Consecuencia 23 todas de 1978 del artista
Manuel Quintana Martelo,
Rejas (1977) de
Manuel Ruibal,
Pobre gente, pobre gente... (1976) o de la serie Ropas (1972) de
Alberto Datas,
Silueta gran cabeza (1973) de
Reimundo Patiño,
Paisaje y
Paisaje rural (1975) de
Antón Goyanes para finalizar.
Todas ellas pertenecen a colecciones privadas, obras del Museo de Arte Contemporáneo Carlos Maside, colecciones del Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa, Fundación Novacaixagalicia, colecciones de la Fundación María José Jove, obras del CGAC y colecciones de Ana Hernández Vallejo.
Finaliza la muestra prevista hasta Enero del 2013 con las obras de
Antón Lamazares con
Jadellas Biancas (1983),
Xavier Correo Corredoira con
Work in progress (1980),
Rafael Baixeras con
Casa, humo, mar, pájaro y
Álamo blanco (1987),
Jorge Castillo y
Composición, una obra de
Francisco Mantecón de (1987),
Ventana (1980) de
Guillermo Monroy,
Lodeiro y su
Puesta de Sol (1980),
Paisaje (1980) de
Manuel Ruibal,
Las muchachas de Pontevedra (1984) de
Manuel Moldes,
Antón Goyanes con
La cama y
Caída ambas de 1984 y
Alacena (1981), tres obras de
Reimundo Patiño de (1984) y
Alberto Datas con
Cabeza perfilada en amarillos (1983),
Figuras (1982) y otra sin título de 1980.
Desde ayer hasta finales de año la sala
Máximo Ramos tendrá la exposición de
Ilustrísimos, ilustrados con las obras de
Agustín Robles (1809),
Vicente Día González (1986),
Esquivel (1870),
José González Collado (1947),
Vicente Díaz y González (1895),
Vila Prades (1907) y
Máximo Ramos (1932).